¡Vayamos al Mercado!
Visitar un mercado puede resultar una manera de descubrir el alma de una ciudad. Mientas paseas entre sus paradas, te pierdes entre la multitud, escuchas las conversaciones alegres de tu alrededor y observas todo lo que sucede, puedes absorber la atmósfera más auténtica de cualquier ciudad o pueblo, a la vez que descubres algunas de las especialidades locales más sabrosas.
En el mercado de La Boqueria de Barcelona, el mercado interior más famoso de toda España, puedes encontrar paella o jamón curado cualquier día del año. El Borugh Market de Londres, un poco más pequeño, ofrece fruta, verdura y especies, así como pie and mash (una empanada de carne picada y puré de patatas) y algunas variedades inusuales de queso azul.

También Italia tiene mercados para todos los gustos. En uno de los más antiguos de Palermo, el Vucciria (que significa “confusión” en siciliano), encontrarás cajas llenas de naranjas al lado de paradas cubiertas con una capa hielo dónde se venden sardinas frescas. Las paradas se entremezclan con quioscos donde se vende comida mientras los mercaderes anuncian sus ofertas del día a gritos.
Bastante distinto es el ambiente que se respira en Venecia: al acercarte al puente de Rialto, bajo las columnas de mármol, puedes escuchar el dialecto local de los vendedores de pescado, y una mezcla de aromas y olores irresistible que sin duda despertará tu curiosidad. No importa si no necesitas comprar nada, en Roma es de lo más común pasearse por los mercados solo para mirar, y es posible que hasta te encuentres con algún viejo conocido.