Paladear el sabroso corazón de España
Muchos afirman que España es como una especie de paraíso para el paladar. Ciertamente, en los últimos 10 años Barcelona se ha convertido en una de las mejores ciudades del mundo en cuanto a comida.
La cálida y acogedora ciudad es un paraíso epicúreo de frutas y hortalizas frescas de campo, de quesos y embutidos artesanales; sin olvidarnos del aceite de oliva como oro fundido ni de sus vinos excelentes. Cataluña dispone de diez regiones vitivinícolas, gran parte de ellas de cultivo orgánico, con una fuerte preferencia por los métodos naturales.
Madrid no se queda a la zaga: las numerosas terrazas (cafés en azoteas) son un lugar perfecto para relajarse a cualquier hora del día, tomar un trago y descansar antes de visitar las muchas tiendas. Ambas ciudades le seducirán con su amor eterno por el arte, su cultura del mercado al abierto y su enfoque innovador para disfrutar de la comida en las calles, desde los clubes de cena emergentes hasta los carritos de comida de toda clase.
Los amantes de las carnes curadas pueden encontrar en España muchos tesoros típicos como el icónico Jamón Ibérico de Bellota, una joya española deliciosa. Las mejores patas curadas de cerdos ibéricos negros se pueden vender por más de 100 euro al kilo (cientos de euro una pata entera), y provienen de cerdos que andan libres por los robledos comiendo solo bellotas. Además de sus embutidos y jamones, España se beneficia de estar prácticamente rodeada de agua.
El país tiene una gran tradición pesquera y muchos restaurantes ofrecen una multitud de mariscos y pescados frescos y jugosos, con el calamar que quizás sea el más versátil. Se encuentra por todas partes, ya sea solo o con otros peces o incluso con carne en platos tan variados como la paella y los guisos sustanciosos: ¡una delicia para el paladar!
La pasión por el arte y la comida típica de España figura también en el legendario universo de los pintores: en las obras de Salvador Dalí, lo sagrado y lo erótico, lo místico y lo gastronómico se fusionan en un flujo de imágenes e ideas extasiadas, a menudo con significados esotéricos comprensibles únicamente para el propio surrealista español, pero que ha fascinado a todo el mundo.
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