Fiestas al Aire Libre

¿Qué es lo que convierte una simple reunión de personas en una fiesta? Quizás compartir la música, sentirse unidos y disfrutar del momento aquí y ahora, tanto si el grupo es pequeño como grande.  

Organizar una fiesta al aire libre es más fácil si el tiempo acompaña. A menudo lo único que se necesita es buena música, y el resto surge solo. La gente llega, prueba el ambiente y, si le gusta, se queda. Son fiestas espontáneas, no planeadas, sin hora de comienzo ni fin.

Luego están las fiestas organizadas, creadas a partir de una serie de elementos bien planificados: un local, invitados, a menudo un tema especial que despierte la curiosidad de los asistentes. Y en el futuro los invitados la recordarán preguntando: “¿Tú también estabas?”  

A veces un simple encuentro con amigos o familia se puede convertir en una fiesta. Una reunión en el parque o en tu propio jardín puede acabar convirtiéndose en una ocasión muy especial, con miradas cómplices, palabras familiares y intercambio de sonrisas.

Y tanto si la fiesta tiene lugar durante el día o la noche, la atmósfera hace la diferencia: unas cuantas linternas en los árboles pueden transformar por completo el espacio. Pero la esencia de la fiesta es su gente, que comparte un momento único que quizás quede en el olvido o sea recordado durante años.